La infancia es un periodo excitante, lleno de descubrimientos y primeras experiencias. ¡Y qué rápido se pasa! Parece que fue ayer cuando le cambiabas los pañales y ahora te sugiere ir solo al colegio.
Sabemos que una imagen nos ayuda a capturar un recuerdo y nos congela la esencia de, por ejemplo, una sonrisa. Por eso os proponemos pasar un rato agradable, una tarde de un día cualquiera. Podemos realizar la sesión en un sitio en el que el niño esté cómodo, haciendo las cosas que suele hacer (que son las cosas que algún día decidirá dejar de hacer…) y capturar el «momento».