Un momento tan ilusionante para ellos merece el mejor recuerdo, y que mejor para conservar el recuerdo de su Primera Comunión que un reportaje fotográfico!
Sabemos que una imagen nos ayuda a capturar un recuerdo y nos congela la esencia de, por ejemplo, una sonrisa. Por eso os proponemos pasar un rato agradable, una tarde de un día cualquiera. Podemos realizar la sesión en un sitio en el que el niño esté cómodo, haciendo las cosas que suele hacer (que son las cosas que algún día decidirá dejar de hacer…) y capturar el «momento».